-Recuerdo que...

dijiste que tenias que partir ...

dejando el corazon en ti pensé...

Eran las 5 pm y yo solo esperaba poder encontrarme con aquel que al calor del "antro" y un par de cervezas intoxicandome preguntaba si queria ir al cine con él.
Resulto ser que debia hacer tiempo antes de verlo...decidi caminar hasta el centro, a pesar de que estoy a 15 minutos del mismo yo debia hacerme una hora completa en llegar al lugar.
Como era de esperarse llegue antes de lo acordado, mientras me curaba la cruda al sorbo incesante de una coca-cola de lata, soportaba los bochornos despedidos por un batimovil que contaba con clima y ese era el pretexto de tanto calor en el lugar al que decidi sentarme a esperar.
A mi derecha se encontraba un anciano, que no paraba de quejarse silenciosamente de ese bochorno que a ratos nos escupia el maldito automovil...me miro y dijo "no tiene conciencia o que... hace muchisimo mas fresco aqui afuera"...solo rei y le respondi que tenia toda la razon, sin pensarlo nos encontrabamos platicando de su monotona vida...hablamos de todo y nada, pues no se puede hablar mucho con un señor que podria ser mi abuelo, no sabia como tratarlo pues no tengo abuelos y jamas los conoci, asi que resultaba un tanto dificil el aire en esos momentos. Pasaban los minutos y yo observaba el reloj de mi celular, no podria ser, jamas habia esperado tanto y mucho menos jamás habia sufrido tanto una hora, no por el señor...sino por que la espera se estaba volviendo acribilladora...recibi un mensaje, debia esperar unos minutos mas y el llegaria...y asi es como fue.
No se si resulte lucir diferente a aquella noche en la que nos conocimos, pero no me reconocio, fue necesario que me mandara otro mensaje avisandome que ya habia llegado...me despedi de mi compañero de charla agradeciendole el tiempo...y me dispuse a experimentar una extraña sensacion de acoplo con "él", el perfecto extraño....
Todo surgio de una manera inesperada, las palabras resultaban imperfectas dispuestas a manchar el momento...los silencios eran tan dijeribles que no necesitabamos decir o tratar de explicar absolutamente nada.

Es extravagante decir tan pronto algo como esto...pero resulta inevitable que este tipo de sucesos acontescan...si el tiempo decide que todo quede en el recuerdo de una tarde sabatina amenizada por la vista de un par de musicos que preparaban sus instrumentos para una noche de son, y complementada con la iluminacion natural propia de un atardecer...

que asi sea...

Acompaña este relato con: Seguimos perdiendo - puta mi amor

Just live me alone...